Tarta de queso sin horno
INGREDIENTES
- 100g de galletas tipo maría
- 50g de mantequilla
- 500g de queso crema, o queso para untar
- 500 de nata para montar (crema de leche para batir)
- 100g de azúcar
- 8 láminas de gelatina neutra (o 15g de gelatina en polvo)
- 300g de mermelada
ELABORACIÓN
1.- Preparamos la base de la tarta. Para ello metemos las galletas en una trituradora. Las batimos bien. Después añadimos la mantequilla a temperatura ambiente y volvemos a batir. Quedará como una especie de arenilla fina
2.- Ponemos esta mezcla en el fondo de un molde desmontable para tartas. Si antes lo untas con aceite o con mantequilla mejor. Más fácil de desmontar
3.- Aplastamos todo uniformemente en el fondo del molde. Procura no dejar huecos libres porque encima irá la tarta, y no queremos que se cuele por ellos. Hecho esto meter el molde en la nevera mientras realizamos los siguientes pasos
4.- En una cazuela ponemos la nata, el queso para untar y el azúcar. Calentamos y removemos constantemente, sin que llegue a hervir en ningún momento. Esto se quema con mucha facilidad.
5.- Cuando se hayan integrado bien todos los ingredientes, sin grumos, añadimos 6 hojas de la gelatina (unos 12g si es en polvo), siguiendo las instrucciones del fabricante. Generalmente hay que remojarla en agua antes de emplearla. La integramos con el resto de ingredientes
6.- Ponemos toda esta mezcla sobre la base de galletas. Dejamos que repose 10 minutos y después la metemos en la nevera una hora.
7.- Pasado el tiempo, preparamos la cobertura superior. En otra olla ponemos la mermelada y la calentamos. Cuando esté a punto de romper a hervir, añadimos el resto de la gelatina. Mezclamos bien y ponemos encima de la tarta. La tarta aún no estará cuajada por completo pero, sí lo suficiente para aguantar esta capa. Volvemos a meter en la nevera y dejamos un mínimo de 6 horas. Si es una noche entera, mejor (de 8 a 12 horas)